La implantología es la técnica que nos permite poner dientes fijos sin tocar los dientes naturales contiguos o cuando no tenemos dientes donde apoyarnos.
Un implante dental es un pequeño componente de titanio que se introduce en el hueso maxilar poniéndolo a modo de raiz donde no hay un diente. Una vez el implante está integrado en el hueso actúa como base para fijar coronas individuales o puentes de varias piezas. El implante también puede usarse como anclaje para una prótesis dental completa y permitir al paciente disfrutar de dientes fijos, o a proporcionar retención para las prótesis removibles que suelen ser incómodas de llevar.
El implante dental consta de tres partes: 1) El implante dental propiamente dicho, que tiene la morfología de un pilar cilíndrico de titanio con espiras propias de un tornillo; 2) Un pilar protésico intermedio atornillado al implante; 3) La corona o diente que se cementa a su vez al pilar protésico.